Esta semana la prueba corre por cuenta del nuevo Honda Jazz en su versión más campera, Crosstar, un modelo completamente renovado y que, a pesar de su pequeño tamaño es muy usable para todo, incluso viajar.

El nuevo Honda Jazz dispone de una alta dotación tecnológica, además de tratarse de un vehículo híbrido, es decir, dispone de un motor térmico, un 1.5 atmosférico que produce una potencia de 107cv, 9 más que la versión anterior de 98cv, asociado a un motor eléctrico de 122cv, en conjunto la potencia resultante es de 122cv, comparado con los 109cv de la versión anterior, es más potente y agradable.

La batería, como suele pasar en este tipo de híbridos es lo suficientemente pequeña como para que en el uso diario se vaya recargando sobre la marcha, en deceleraciones o en frenadas.

Del mismo modo, tiende a descargarse con cierta facilidad. Si bien es difícil, por no decir imposible, agotarla al completo, por lo que tendremos siempre ese extra de potencia que tan bien se aprovecha en el ámbito urbano, dado que puede exprimir al máximo sus cualidades híbridas, iniciando siempre la marcha en modo eléctrico con consumo y emisiones cero. Y si se necesita más potencia, contar con el aporte del motor térmico de gasolina que entra en funcionamiento sin apenas ser notado y escuchado.

Solo se hace patente a la hora de demandar potencia, donde el cambio de variador continuo variable, permite que se quede estancado en un margen alto de revoluciones siendo perceptible desde el interior.

Eso sí, el sonido llega al interior muy amortiguado y no es para nada molesto, lo mismo sucede con las vibraciones prácticamente inexistentes con el motor de gasolina en marcha.

Externamente el Honda Jazz en su versión Crosstar, dispone de una imagen más rutera para campo, con algo más de altura hacia el suelo. Por lo demás, sigue siendo el mismo vehículo urbano de poco más de 4 metros de longitud que homologa 5 plazas útiles y cuenta con un maletero de unos nada despreciables 304 litros de capacidad.

Nuestra unidad contaba con un bonito color rojo que le otorgaba una presencia aún más interesante.

Internamente a pesar de lo pequeño que se pueda ver por fuera es un vehículo bastante habitable, donde pueden viajar sin problemas cuatro adultos con comodidad.

Las plazas traseras en este sentido dejan un buen espacio para sus ocupantes, tanto por altura, anchura, como para las piernas.

Las plazas delanteras, como en casi todos los vehículos, no pecan por problemas de espacio. Los asientos son regulables mecánicamente en diferentes posiciones. El del conductor también en altura.

Los asientos mixtos forrados en piel y tela con muy buen tacto, nos han parecido muy cómodos para realizar gran cantidad de kilómetros sin acusar cansancio. Sujetan correctamente el cuerpo aunque no se les puede pedir que en zonas viradas sean excelentes, es un vehículo creado para otro tipo de usos, incluso la suspensión es excesivamente benevolente y permite demasiado el movimiento de la carrocería.

Es en ciudad donde la suspensión brilla con un tarado exquisito que hace que transitar por zonas bacheadas o en mal estado sea una delicia, filtra de maravilla cualquier tipo de irregularidad del asfalto y en completo silencio si se rueda en modo completamente eléctrico (ECON).

Después de una semana conviviendo con el Honda Jazz, nos ha demostrado desde el primer momento cuáles son sus virtudes – muchas-  y cuáles son sus defectos, que también los hay.

El defecto más claro y notorio que es patente en todos estos pequeños híbridos es la falta de potencia fuera del ámbito urbano, donde el motor de gasolina se echa a sus espaldas todo el peso del movimiento del coche, dejando los buenos consumos que el Jazz híbrido consiguen en la ciudad. Ciertamente en el caso del Honda Jazz Crosstar no es tan acusado como en otros vehículos híbridos, tiene un buen andar y, a pesar de usarlo por autovía, conserva unos consumos envidiables. Además con la actualización en cuanto a potencia extra, su caminar es mejor, permitiendo mantener el buen consumo. Si bien, sigue siendo en ciudad donde mejor funcionamiento dispone.

Es por ello que no queda su uso reducido solo a la ciudad, se puede viajar con él sin mayor problema, por motor y potencia no hay problema. Tampoco por consumos, nuestra media total con un uso muy variado se situó en unos más que extraordinarios 4,8 litros a los 100km recorridos.

La unidad probada venia equipada con el acabado más alto, un acabado que ya de serie trae todo lo necesario para un uso normal. Al día en las ayudas electrónicas y con un buen surtido de airbag disponibles.

Entre otros de los sistemas de seguridad posee:

  • Sistema de Seguridad Precolisión
  • Avisador de Cambio involuntario de carril
  • Control inteligente de luces de carretera
  • Reconocimiento de señales de tráfico

 

VISIBILIDAD

La verdad es que no tuvimos problemas en cuanto a visibilidad con el Jazz, su línea exterior muy aerodinámica no penaliza la visibilidad trasera o lateral. La delantera con una construcción diferente, donde existen ventanillas de menor tamaño entre el pilar A y la zona del marco de la puerta, permite una visión panorámica muy satisfactoria para el conductor. Aun así los pilares B son de cierto grosor y en ciertas circunstancias pueden molestar.

El Jazz se vende, en todas sus versiones, con faros led tanto delanteros como tarseros. En este aspecto, en el apartado lumínico, no se le puede reprochar nada, ilumina bien, con fuerza, distancia y anchura.

IMPRESIONES DE CONDUCCIÓN

El Honda Jazz Crosstar híbrido es un vehículo que ante todo está concebido para un menor uso de los combustibles fósiles, y gracias a la ayuda del motor eléctrico así lo hace.

La batería del motor eléctrico se carga con suma rapidez y también se descarga rápidamente si abusamos del acelerador en adelantamientos o incorporaciones.

Y si esto sucede nos quedaremos con los “simples” 107 cv del motor de gasolina para mover unos 1.323kg. Que tampoco es ningún crimen, casi 110cv son más que suficientes y muy aprovechables para todo uso.

Uno piensa que un coche de estas características, sobre todo los híbridos pequeños, va a ser lento y perezoso, pero para nada es así, la respuesta del Honda Jazz Crosstar desde el primer tramo del pedal es más enérgica de lo que cabría esperar. El encargado de que así sea es el motor eléctrico que dispone de muy buen par motor completamente plano e instantáneo nada más pisar el acelerador. Por eso da la sensación de alto empuje, empuje que por cierto decae según se gana velocidad, donde es el motor de gasolina el encargado de mover el coche.

Por otra parte, el Jazz presenta otro estilo de conducción diferente a otros vehículos probados en esta página web. Debemos adaptarnos a él a la hora de conducir y, sorprendentemente, la adaptación es tan rápida y efectiva que parece que sea nuestro vehículo de toda la vida. Con un coche como este querrás ver lo poco que puede gastar, y de verdad que gasta muy poco.

FRENADA

El Honda Jazz Crosstar no es un vehículo de altas prestaciones, todo lo contrario, es un coche para un menor gasto de combustible y, por lo tanto, no requiere unos frenos desorbitados que nos dejen clavados al suelo con solo rozar el pedal.

Aun así, el Jazz, monta un buen equipo de frenos compuesto por disco en ambos ejes con unas medidas razonables para su potencia y peso.

En el eje delantero nos encontramos con discos ventilados de 262mm. En el eje trasero monta discos macizos de 239mm, además de ayudas electrónicas como el ABS de última generación, ayuda a la frenada de emergencia y etc.

Se realizaron varias pruebas de frenada con un resultado satisfactorio para el Jazz, frena con fuerza y no tiende a perder mordiente en ningún momento.

La verdad es que con el Honda Jazz Crosstar se hace un menor uso de los frenos tradicionales al disponer de frenada regenerativa con tan solo frenar un poco, o soltar el acelerado, proporcionando energía a las baterías. Retiene lo suficiente como para, en ocasiones, no tener que usar el sistema de frenos clásico.

TRACCIÓN

La tracción del Jazz va asociada al eje delantero, es decir, es tracción delantera. Comentamos esto porque mucha gente se piensa que al tener dos motores cada uno de ellos está asociado a un eje, pero no es cierto, ambos trabajan en conjunto en el eje delantero.

Dicho esto pasamos a comentar que el Jazz no presenta perdidas de tracción de ningún tipo en arrancadas.

A la hora de arrancar, aun pisando a fondo, la entrega de potencia es suave, por lo tanto no presenta un problema en pérdidas de tracción. Ni con el pavimento húmedo.

Donde sí se podría dar el caso de tener pérdidas de tracción es en tramos más virados, pero esto es ya es más cosa de los neumáticos que del propio vehículo en sí, los neumáticos montados Dunlop son de buena calidad y con un agarre más que correcto en toda situación.

Como en todo vehículo, si forzamos la trayectoria, asociado a una suspensión más confortable que enérgica los neumáticos ya no cumplirán tan bien su cometido.

Por cierto, las llantas de nuestra unidad son de la versión Executive con unos neumáticos en medida 185/55/16” una media que hoy en día nos parece atípica por la pequeña sección y tamaño de la llanta, para un coche como el Jazz es sin duda ideal.

ESTABILIDAD

El Jazz Crosstar es un utilitario eminentemente urbano que como ya hemos comentado antes orientado al confort principalmente y así pudimos comprobarlo con el tarado de la suspensión, muy conservador y que da pie a balanceos de la carrocería en zonas reviradas. También, adaptado para poder entrar en pistas de tierra de baja/media complejidad.

La estabilidad es muy satisfactoria pero debemos saber dónde está el límite para no llevarnos posibles sustos. Y el Jazz en este aspecto nos muestra sus límites de una manera muy segura sin apenas movimientos de la carrocería, es un vehículo muy neutro en este sentido.

El control de estabilidad se activa con cierta facilidad si el Jazz desliza sobre el pavimento o presenta algún problema de adherencia, su accionamiento están suave que solo sabemos de su actuación por el pitido que nos avisa y el testigo luminoso.

A pesar de ser corto entre ejes goza de una asentada estabilidad más parecida a la de un compacto que de un urbano. Es un coche muy noble en reacciones y en un uso normal difícilmente hará algún extraño en la carretera.

REPOSACABEZAS

El Honda Jazz Crosstar homologa cinco plazas útiles, todas ellas incorporan reposacabezas. Los delanteros son regulables en altura e inclinación. Los traseros a su vez son solo regulables en altura.

CINTURONES

El Honda Jazz Crosstar viene provisto de cinco cinturones de tipo estándar de tres puntos de anclaje para cada plaza. Los delanteros incorporan pretensores pirotécnicos y avisador acústico y visual si el cinturón no está abrochado al emprender la marcha.

BEBES Y NIÑOS

El espacio interior del Jazz es más que correcto, cuenta con un amplio maletero (304) donde podremos llevar todos los bártulos de los niños.

Las plazas traseras disponen de un buen acceso, al ser 5 puertas no tendremos problemas a la hora de introducir la sillita de bebe y anclarla en los anclajes ISOFIX y Top Tehter que el Jazz trae en los asientos traseros.

AIRBAGS

El Jazz cuenta con 6 airbags: frontales, laterales y rodillas…

RECUPERACIONES

No podemos decir que el Jazz en recuperaciones sea un misil, porque directamente no está hecho para ser el más rápido en aceleración o recuperación. Para eso está otro tipo de vehículos.

Aun así cuenta con unas recuperaciones más que interesantes. Realiza el 0 a 100 en unos correctos 9,7 segundos, una cifra muy buena si tenemos en cuenta su filosofía. La velocidad máxima según ficha técnica es de 175 Km. /h.

El cambio automático del Jazz es de tipo de engranajes planetarios, parecido al utilizado por otros vehículos híbridos, por ello, las recuperaciones son algo más lentas, aunque a la mínima que necesitamos potencia el cambio demanda potencia al motor cambiando de marcha, lo notaremos por la rumorosidad que aumenta al subir las revoluciones.

Este tipo de cambio de variador continuo no dispone de marchas físicas como otros cambios y tan solo hace que el motor se revolucione, quizás en exceso, ya que no sabemos a qué vueltas trabaja al carecer de un tacómetro en el cuadro de instrumentos, pero por el sonido que se filtra al habitáculo, es seguro que trabajará en la zona de mayor par disponible.

CAJA DE CAMBIOS

El Honda Jazz solo está disponible con cambio automático de engranajes planetarios y múltiples marchas.

No es un cambio automático normal, funciona como un tipo variador que puede alargar o a cortar una marcha a su antojo, aunque en la práctica parece un cambio automático de toda la vida, se notan muy poco los cambios entre marcha y marcha. Apenas imperceptibles.

Este cambio cuenta con varios sistemas de uso, el D y el B. Ambos son válidos para emprender la marcha, el más utilizado es el D (Directa), el B se utiliza para bajar puertos muy pronunciado ya que dota al vehículo de una mayor retención por parte del motor eléctrico y de gasolina.

No dispone de cambio secuencial de ningún tipo, todo el cambio de marchas es completamente automático.

CIRCULANDO POR CARRETERA

En carretera el Jazz Crosstar se comporta de manera noble y de fácil manejo, es simple de conducir y da buena seguridad a su conductor.

Contamos con la potencia de sobra para encarar adelantamientos, la verdad es que en este aspecto sorprende para bien el andar que tiene el nuevo Honda Jazz.

Gracias a la alta tecnología que posee el Honda Jazz con dos generosas pantallas, la del cuadro de instrumentos y la multimedia, podemos ojear en marcha los consumos instantáneos, la media y sobre todo el funcionamiento del motor eléctrico, de combustión interna y la carga de la batería. También desde el propio cuadro de instrumentos podemos ver dónde va la energía.

Nos daremos cuenta que si por ejemplo estamos llaneando a 90 Km. /h podemos ir solo con el apoyo de la batería ya que en ese momento no se precisa de más. A la hora de requerir mayor potencia entra en funcionamiento el motor de gasolina, su puesta en marcha es rápida y casi imperceptible solo se deja notar sus sonido si solicitamos potencia.

Por lo demás el jazz cuenta con buena estabilidad en carretera y unos consumos muy bajos, el homologado medio se sitúa en 4 litros, si nos lo proponemos podría ser factible.

CIRCULANDO POR AUTOPISTA

En la autopista/autovía el Jazz nos deja notar varias cosas, una suspensión demasiado permisiva en ocasiones y según qué tipo de vía, si ésta está en mal estado o bacheada, iremos más cómodos que en otros coches.

También se deja notar la rumorosidad del motor a 120km/h, la insonorización es buena, pero es inevitable oírlo.

En autovía, dependiendo de la pendiente y del uso que hagamos del acelerador podemos ir un buen trayecto con solo la ayuda del motor eléctrico.

CIRCULANDO POR CIUDAD

En ciudad el uso del motor eléctrico es mayor aun si no superamos los 50 Km. /h que para el velocímetro del Jazz son unos 48/49 Km. /h.

Si nos mantenemos por debajo de este límite y la batería tiene carga suficiente, más de dos rayas, podemos ir en modo eléctrico un máximo de dos kilómetros.

¿Os preguntareis cómo se recarga la batería? No requiere de un enchufe ni nada parecido, la batería se recarga el momento justo en el que soltamos el acelerador, si estamos en bajada y no hace falta acelerar en esa retención toda la energía que se desperdicia en otros vehículo el Honda Jazz la utiliza para la carga de la batería que se recupera rápidamente si no abusamos de ella. También en frenadas y por el propio motor de combustión.

LA OPINIÓN DEL PROBADOR

Después de convivir una semana y tras unos cuantos cientos de kilómetros realizados a sus mandos, el Honda Jazz Crosstar es un vehículo muy servicial y usable no solo en ciudad. Que es sin duda donde mejor se desenvuelve y menos combustible gasta, además de los beneficios de poder aparcar en zonas de estacionamiento regulado con un 50% de descuento o entrar en Madrid 360 entre otros.

También tiene beneficios fiscales que otros coches como los diésel o gasolina no se pueden acoger, aunque en este aspecto cada vez se están dejando más fuera a los híbridos en favor de los eléctricos puros.

El Honda Jazz Crosstar nos ha demostrado que es un vehículo que se puede usar para todo, inclusive viajar, dispone para su pequeño depósito de 40 litros de una alta autonomía, que dependiendo de los que se le exija puede realizar una buena cantidad de kilómetros.

El Jazz, sobre todo en la versión que hemos probado, viene muy equipado de serie con: Asistente de arranque en pendiente, arranque mediante botón, cámara de visión trasera, climatizador bi-zona, control de crucero, elevalunas delanteros y traseros, sensor de lluvia entre otros.

CALIDAD DE ACABADOS

Los acabados son correctos, abundan los plásticos pero estos cuentan con un buen tacto.

CALIDAD DE MATERIALES

Los materiales empleados en el Jazz son de buena calidad, tanto los plásticos como las telas.

CONCLUSIONES

En resumen el nuevo Honda Jazz en su versión Crosstar, es un coche ideal y enfocado casi principalmente para un uso de ciudad. Donde sin duda se le puede sacar todo el partido a sus ventajas de ser un coche híbrido y no solo por gastar menos combustible, si no por ser más ecológico contaminando menos y que puede aparcar en la zona SER con descuento.

El que se compra el Jazz sabe lo que busca, confort de marcha, consumos irrisorios, tecnología puntera…

 

A FAVOR:

Consumos, versatilidad, sistema híbrido.

A MEJORAR:

Rumorosidad motor térmico en alta demanda. Suspensión algo blanda.

 

 

DATOS TÉCNICOS

 

Versión: 1.5 107cv + Eléctrico de 122cv Puertas: 5
Cilindros: 4 en línea Plazas: 5 (2 + 3)
Par máximo: 131 Nm de 4.500 a 5.000 rpm

Eléctrico – 253 Nm

Maletero: 304 litros
Distribución: Dos árboles de levas en la culata Peso: 1.323 Kgs.
Alimentación: Gasolina- inyección directa Depósito: 40 litros
Tracción: Delantera Velocidad: 175 km/h
Cambio: Automática, Variador Continuo

 

Consumos

Consumo medio WLTP 4,8 (l/100 km)
Emisiones de CO2 108 (gr/km)
Normativa de emisiones Euro 6d

 

Dimensiones

Largo / ancho / alto (mm)                                        4.105 / 1.725 / 1.556

 

 

 

0 a 100 km/h: 9,7 segundos

Precio de unidad probada sin extras y con descuento: desde 30.250€

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