Hace tiempo pudimos probar el, entonces, estrenado nuevo Mazda MX-5. Comparamos la versión Roadster y RF del, ambas unidades venían dotado del propulsor más potente en ese momento, el 2.0 atmosférico con tecnología Skyactiv que producía una potencia de 160cv.

Existía también un motor de 1,5 litros atmosférico Skyactiv que producía una potencia máxima de 131 cv.

Ahora el nuevo y revisado Mazda MX-5, tanto en su versión Roadster, objeto de esta prueba, como en la RF (Targa) montan el nuevo motor de 2 litros, tecnología Skyactiv-G y 184cv, 24cv más que la versión anterior, y lo que es más interesante, la potencia máxima la da a mayor régimen, 7000 vueltas.

Recordamos cuando probamos que, en ambas unidades el sonido con la capota puesta o quitada es muy similar, permite perfectamente poder mantener una conversación con el acompañante. También en ambas versiones la rumorosidad de los neumáticos se filtraba notoriamente al habitáculo, sobre todo en asfaltos más degradados y picados por el uso.

El propulsor, de aspiración atmosférica, tiene un bonito sonido tanto del propio motor como de escape. Suena realmente bien e invita a pisarle en ocasiones tan solo para oírlo sonar. A pesar de contar ahora con filtro de partículas el sonido, la esencia, no se ha perdido, sigue teniendo un sonido ronco en bajo régimen que se va agudizando según el motor sube de régimen. Teniendo mayor empuje pasadas las 4.000 rpm.

En el apartado de consumos, mucha gente puede pensar que el Mazda MX-5, en general, por motor y manera de ser, puede ser un vehículo derrochador de combustible, pero nada más lejos de la realidad, ya en su momento cuando probamos la versión Roadster y RF comentamos como los consumos eran bajos y muy ajustados, ahora tras convivir una semana con el nuevo Roadster y más de mil kilómetros realizados la media de consumo en todo ámbito se ha situado en unos 6 litros de media, con ciudad y viajes. Eso sí, medido desde el ordenador de a bordo. Qué, en ocasiones, no suele ser muy fiel a realidad. Pongamos que gasta un litro más, sigue siendo un consumo extraordinario.

Uno de los apartados más interesantes de este coche son las sensaciones que transmite a su conductor, pocos vehículos por su precio lo consiguen de manera tan real.

Es un coche pequeño, con una corta distancia entre ejes, eso lo hace ser más nervioso en vías rápidas, pero más efectivo en vías ratoneras y reviradas.

La tracción trasera es un plus si eres capaz de sacarle el máximo partido, aun con los controles conectados es sencillo qué, con el volante girado y algo más de medio gas en terrenos deslizantes se nos pueda insinuar la zaga en alguna ocasión, algo que permite redondear los giros de manera rápida y eficiente.

Con los controles activados todo está bajo control, sin ellos, los 184cv son capaces de hacer diabluras en un coche de tan bajo peso (1.100kg) y propulsión, es en ese momento donde la diversión está servida.

En sensaciones consigue sacar de manera continuada una amplia sonrisa en su conductor, es un coche tremendamente divertido de conducir, y con alta seguridad. Los 184cv dan mucho juego y mueven con una ligereza pasmosa los poco más de 1000k que pesa.

Indudablemente un motor turboalimentado sería más prestacional y contaría con un mayor empuje en la parte baja del tacómetro pero os aseguro que el 2.0 Skyactiv-G es muy bueno y tiene un alto empuje a bajo régimen dando lo mejor de sí pasadas las 4000 donde empuja con rabia hasta el corte de inyección superior a las 7000 vueltas.

El Mazda MX-5 sea en la versión que sea, es un coche con una filosofía muy especial, a lo largo de los días que hemos podido disfrutar de su conducción amigos, compañeros y familiares no entendían como un coche tan pequeño, incómodo y poco práctico puede gustar. Está claro que no todo el mundo entiende lo que ofrece el MX-5.

Es obvio que es un coche de capricho y de uso más para fines de semana, no por consumos, si no por practicidad. Pero si bien puede ser usado en el día a día. Las suspensiones son, por ejemplo, muy benevolentes con los ocupantes, quizás el Roadster sea un poco más enérgico que el RF, pero ambos se comportan igual.

El MX-5 en su interior cuenta con pocos sitios y espacios para poder dejar móvil, cartera o las llaves. Tiene los justos. Una pequeña guantera central entre los asientos. Un espacio al lado del freno de mano y otro detrás del asiento del conductor. Pocos pero suficientes y aprovechables.

El puesto de conducción, bajo, como se espera de un coche así, es de lo mejor que hay actualmente en el mercado. Estamos sentado muy bajo, ideal para sentir y percibir el coche. La dirección a pesar de ser eléctrica es lo suficientemente informativa y nos cuenta que pasa bajo las ruedas. El volante, forrado en piel, es ahora regulable en altura y también en profundidad.

Por lo demás, los asientos, son una maravilla, con altavoces firmados por BOSE en los propios reposacabezas que nos permiten escuchar de manera clara la música aun yendo descapotados. Por supuesto son forrados en piel y calefactados, en el caso de la unida Roadster que era la Blue Cap Edition, estos son de cuero Nappa de mayor y mejor calidad y con un tacto exquisito.

La caja de cambios es muy directa con un corto recorrido de la palanca entre las marchas y con un tacto muy mecánico que permite una conducción deportiva sin apenas esfuerzo. Nos ha gustado lo directa y agradable que es al uso.

Al igual que el tacto de los pedales, el embrague muy blandito y cómodo para un uso diario. Quizás con menor recorrido sería aún más efectivo si cabe.

Lo bueno del MX-5 es que desde la primera versión hasta hoy sigue conservando intacto su espíritu, su filosofía, su manera de atrapar a los conductores que una vez que lo pruebas rápidamente quieres cómprate uno.

En conducción decidida es un coche que no requiere por parte del conductor una alta pericia para poder disfrutar y pasar un buen rato con él. Sin duda, si se le quiere sacar el máximo jugo y desconectar los controles sí que es recomendable tener ciertas nociones ya que el MX-5 es tracción trasera y queramos o no, siempre es más juguetón que un delantera. Es en pistas húmedas o mojadas donde mostrará su cara menos amable al ser propulsión.

VISIBILIDAD

En este tipo de vehículo la visibilidad percibida por el conductor siempre pasa a un segundo plano, ahora bien, en el Mazda MX-5 Roadster podemos decir que goza de buena visibilidad capotado, y estupenda descapotado, como es de esperar.

El nuevo y actual Mazda MX-5 ha dejado de lado la tecnología de faros de descarga de gas a favor de los de diodos luminoso. Menos consumo y mayor potencia lumínica.

La luz que proporcionan es mucha y de buena calidad, es decir, ilumina francamente bien, con buena distancia y anchura. Se puede viajar de noche con el sin ningún tipo de problema. Además es un placer poder hacerlo yendo descapotado.

IMPRESIONES DE CONDUCCIÓN

El actual Mazda MX-5 se comercializa solo con el motor de 2 litros y 184cv, la versión de 1.5 que erogaba 131cv desapareció de nuestro mercado.

El 2 litros mueve con mucha soltura al MX-5, además de ser un motor progresivo y lineal que despunta en la parte media/alta del tacómetro, es parco en consumos y nos embauca con un sonido delicioso a altas vueltas, que sin duda nos incitara a volver a escucharlo.

Es un motor que desde el primer momento se muestra lleno de fuerza, subiendo de vueltas con energía y alegría. Dando los 184cv a 7.000 revoluciones pero pudiendo subir más sin perdida aparente de fuerza.

Un motor a la vieja usanza, de los que ya no quedan. Lo normal actualmente es que, gracias a los turbo compresores, la potencia no se dé a un régimen de vueltas tan elevado. No hace falta estirar tanto.

Está claro que el MX-5 no necesita rivalizar con nadie, juega en otra liga muy diferente, es un vehículo prestacional y a la vez un magnifico juguete con el que disfrutar descapotado del sonido de su motor y la brisa del aire en la cara. Que por cierto en el caso del Roadster la capota es manual y su tiempo de descapotado y capotado es ínfimo.

El MX-5 es un coche que invita a conducirlo continuamente, a pesar de tratarse de un coche pequeño, de menos de cuatro metros de longitud y con una altura de 1,22 metros es perfectamente válido como coche único. Si bien es cierto que es poco práctico, pero el MX-5 no pretende serlo, es un coche para disfrutar de la conducción en todo su esplendor. Disfrutar de la carretera, de la brisa del aire, del sonido del motor. De las buenas aptitudes del bastidor y de poder divertirnos en tramos más virados donde el 2.0 Skyactiv-G con sus 184cv funciona de maravilla.

En una conducción más decidida es un coche tremendamente adictivo y divertido. Quizás nos han parecido poco enérgicas las suspensiones, pero estas buscan un equilibrio entre el confort de marcha y la deportividad. Algo difícil para un coche de este tipo. Si bien lo han conseguido. A mí, personalmente, me gustarían con un tarado un poco más duro, que no seco. En la práctica el MX-5 tiene un comportamiento impecable en tramos virados.

El motor empuja con fuerza desde bajas vueltas, pero como buen atmosférico requiere llevarlo alto de vueltas para sacarle todo su jugo. Es en medios y altos donde de verdad muestra lo que es capaz. Con un sonido intimidador y cautivador.

FRENADA

El equipo de frenos montado en el MX-5 2.0 de 184cv no nos dejara indiferentes, sin duda. En una conducción normal y cotidiana los frenos se muestran fuertes, resistentes, con un buen mordiente en el primer tramo del pedal, que va desapareciendo para dejarnos pegados contra el cinturón.

En una conducción más enérgica y exigente los frenos siguen siendo un punto fuerte en el que sabemos que nos podemos apoyar, soportan frenadas intensas sin perder eficacia.

El equipo se compone de discos en ambos ejes, delante ventilados (290mm) y detrás macizos (280mm). ABS de última generación, poco intrusivo y ayuda a la frenada de emergencia.

TRACCIÓN

Como es natural en un vehículo de este tipo la tracción es trasera, las diferencias con un tracción delantera son notables desde el primer momento y en el Mazda MX-5 se nota, más de una vez en pavimentos húmedos y con un pequeño exceso de acelerador el control de tracción tendrá que entrar en funcionamiento.

Tiene tendencia sobreviradora que puede llegar a ser divertido en una conducción rápida. En una conducción normal apenas tendremos este problema.

Los controles son muy intrusivos en este aspecto y con ellos conectados es muy difícil padecer de algún tipo de perdida de tracción o deslizamiento en pavimentos en peor estado o húmedos. Y si así fuera, su entrada en funcionamiento es rápida dejando el coche en su sitio.

ESTABILIDAD

Uno de los aspectos que más nos asombro fue la alta estabilidad de la que dispone el MX-5, parece soldado a la carretera y eso que la suspensión ni es seca ni incomoda, todo lo contrario, en algún momento da sensación de ser más bien blanda.

En ciudad el comportamiento en resaltos y badenes es exquisito, no se nota apenas un golpe seco, la suspensión se traga el reductor de velocidad sin molestar a sus ocupantes.

Sin duda es un vehículo muy estable que permite una conducción rápida y una alta seguridad, ahora bien, si nos confiamos y excedemos los límites del vehículo, sale a relucir su tendencia sobreviradora que nos puede dar más de un susto, por eso siempre recomendamos llevar todos los sistemas de ayuda a la conducción activados, el control de estabilidad ESP puede salvarnos de un golpe tonto si nos confiamos demasiado. Y en este tipo de vehículo suele pasar, tienen un límite tan alto que una vez pasada esa barrera todo pasa muy rápido y de manera brusca.

Ambos, tanto el Roadster como la versión RF gozan de la misma estabilidad en tramos virados. Se conducen de igual modo y transmiten prácticamente lo mismo al conductor.

REPOSACABEZAS

El Mazda MX-5 siendo biplaza dispone de solo dos asientos, estos tienen el reposacabezas incluido en el propio asiento, por lo tanto no tiene ningún tipo de manipulación/reglaje.

CINTURONES

Las dos plazas útiles disponen de cinturones de tres puntos de anclaje, ambos con pretensores pirotécnicos y avisador acústico de cinturón no abrochado al emprender la marcha.

BEBES Y NIÑOS

Claramente el MX-5 no es el más indicado para un uso familiar, ya que su pequeño tamaño y espacio de maletero lo convierten en un segundo vehículo, para los fines de semana, para disfrutar.

AIRBAGS

En las sucesivas actualizaciones con el paso de los años en el MX-5 han ido manteniéndolo tecnológicamente y en temas de seguridad al día. Dispone de Airbag de conductor, acompañante y laterales.

RECUPERACIONES

El bajo peso en vacío y una potencia respetable consiguen que el Mazda MX-5 2.0 sea rápido en recuperaciones y aceleraciones. El 0 a 100 Km. /h lo realiza en 6,5 segundos en la versión Roadster.

La velocidad máxima según ficha es de 218 Km. /h. En recuperaciones es un motor que requiere ser subido de vueltas para sacar su máxima potencia. Si queremos extraer los 184cv tendremos que lindar con las 7000 revoluciones. Puede parecer excesivo, y quizás, en más de una ocasión, nos miraran con mala cara, subiendo tan alto de vueltas el motor. Pero es parte de su filosofía. Podría Mazda perfectamente poder haber optado por un motor turboalimentado y disponer de mejores números sobre el papel. Pero perdería el encanto, sin duda.

CAJA DE CAMBIOS

El Mazda MX-5 podemos obtenerlo con cambio automático o cambio manual, este último es el que venía con la unidad de pruebas. Es un cambio manual de 6 relaciones, con un tacto exquisito. Palanca pequeña, con un tacto muy logrado.

Las marchas entran con facilidad, teniendo unos marcados recorridos. El escalonamiento de las marchas es, sin duda, favorecedor para un buen equilibrio entre prestaciones y buenos consumos.

Permite exprimir al máximo las buenas cualidades y prestaciones del motor. En conducción decidida nos ha parecido una caja ideal, es rápida y no da lugar a errores. Trabaja de maravilla en este tipo de conducción.

CIRCULANDO POR CARRETERA

Como es ya costumbre en este tipo de vehículos, donde más se disfrutan es en carreteras secundarias, que dentro de unos límites podemos darle algo más de “vidilla” para saber bien que tenemos entre manos. El MX-5 no se conduce, se pilota y eso solo pueden entenderlo los poseedores de un MX-5. En este tipo de vías el Mazda consume relativamente poco sabiendo que el 2 litros de Mazda no es especialmente tragón, así lo vimos cuando lo probamos en el anterior MX-5, donde no era tan brillante como ahora.

Nuestro consumo a lo largo de toda la prueba fue de unos 6 litros en uso mixto en el caso del Roadster. Algo completamente increíble hoy día.

CIRCULANDO POR AUTOPISTA

El mismo día de recoger el Mazda en las instalaciones del polígono ciudad del motor, tuve tiempo de observar con detalle todas las funciones del MX-5 y en ningún momento note poco espacio en el interior, mido 1.81cm y me encontraba la mar de a gusto dentro de él. Ya cerca de mi destino decidí descapotarlo con una breve parada y pude observar como el aire en el Roadster no entra con tanta fuerza en el habitáculo, siendo este no muy molesto a velocidades de crucero, unos 100 Km. /h, el deriva brisas o corta vientos es demasiado pequeño, eso sí, pero hace bien su función dejando que el aire no campe a sus anchas por el interior del habitáculo.

Si eres una persona alta el aire te dará sin miramientos directamente en la cara por ello es recomendable hacer uso de una gorra. Por supuesto descapotarlo en ciudad y carreteras nacionales donde con el limite a 90 Km. /h el aire no es en absoluto molesto.

El consumo es contenido si realizamos un conducción relajada, si solicitamos a menudo la máxima aceleración del motor, veremos bajar la aguja del combustible con mayor rapidez, naturalmente. Aun así no es para nada un vehículo sediento.

El Mazda MX-5 lleva el sistema i-Eloop que aprovecha la energía sobrante de frenadas o reducciones para alimentar sistemas como el aire acondicionado, luces y etc, quitando carga al alternador y por ende al motor. Es un sistema curioso y que, en la práctica, funciona muy bien. Lo estuvimos observando durante los días de prueba y nos pareció todo un acierto, que en conjunto con el i-Stop, hacen que el Mazda MX-5 consuma menos y por extensión emita menos emisiones nocivas al ambiente.

CIRCULANDO POR CIUDAD

En ciudad el comportamiento del MX-5 es intachable, fácil de conducir, el cambio manual resulta agradable en su uso. Dado su pequeño tamaño y que es un vehículo bajo en más de una ocasión no nos respetaran como se debe, parece ser que si no vamos con un monstruo de más de 2 toneladas no tenemos derechos.

La suspensión goza de un comportamiento imponente en ciudad y viene de perlas ahora que están todas plagadas de reductores de velocidad, sobre todo los de color negro y amarillo que son un crimen para los amortiguadores, mermando su eficacia en pocos kilómetros.

El consumo en un uso solo de ciudad si puede ser alto, podemos ver medias de 8/9 litros con mayor facilidad.

LA OPINIÓN DEL PROBADOR

Tras convivir una semana con el MX-5 Roadster es muy fácil adaptarse a él. Es fácil de conducir y muy adictivo, no queriendo bajar del coche. Y usándolo para incluso ir muy cerca.

Permite poder viajar con él, eso sí, el sonido dentro del habitáculo puede ser algo molesto si pasamos unas cuantas horas en él. Yendo a 120km/h o mayor velocidad puede ser hasta molesto. Descapotado y a una velocidad menor es todo un lujo y placer, pocos coches descapotables transmiten tanto por tan poco a su conductor.

Y no hablamos de un vehículo con más de 200cv para sacarnos una sonrisa de oreja a oreja. El MX-5 juega en otra liga en este aspecto. Y los 184cv del 2.0 Skyactiv-G son más que suficientes. Sorprende el buen andar que tiene.

CALIDAD DE ACABADOS

En el Mazda MX-5 no priman los excelentes acabados, eso sí, son muy correctos, teniendo en cuenta que se abusa de plásticos duros en el salpicadero. El nuevo MX-5 está mejor terminado que su antecesor en este aspecto, da mucha mejor sensación de calidad.

CALIDAD DE MATERIALES

Los materiales utilizados son de correcta calidad, los ajustes son buenos y no se observó nada fuera de lo normal. La piel tanto de asientos, como volante o freno de manos son de un tacto muy agradable y bueno. La versión Blue Cap Edition del Roadster es aún mejor en este aspecto.

CONCLUSIONES

En conclusión, el Mazda MX-5 es un mito dentro de los Roadster, tantos años vendiéndose y siendo el más vendido es una carta de presentación innegable.

Además de ser de los Roadster más económico en la compra y que dispone de todos los avances tecnológicos que hoy día se comercializan.

Está claro que no es comparable con los acabados de por ejemplo un Audi TT Roadster, pero es que este vale bastante más, juegan en el mismo campo pero son de mundos diferentes. En el Mazda MX-5 todo es más personal, todo se siente más, como el “cuore” de Alfa Romeo.

 

A FAVOR:

Diseño, motor, sonido.

A MEJORAR:

Poco espacio para personas de gran envergadura, sin espacios donde dejar objetos, suspensión poco enérgica.

 

 

DATOS TÉCNICOS

Versión: 2.0 Skyactiv-G L4 184cv Puertas: 2
Cilindros: 4 en L Plazas: 2
Par máximo: 205 Nm a 4.000 rpm Maletero: 130 litros
Distribución: 4 válvulas por cilindro

Dos árboles de levas en la culata

Peso: 1.100 Kgs.
Alimentación: Gasolina – inyección directa

Admisión variable

Depósito: 45 litros
Tracción: Trasera Velocidad: 218 km/h
Cambio: Manual, 6 velocidades

 

 

0 a 100 km/h: 6,5 segundos

Precio de unidad probada sin extras y con descuentos: desde 35.495 €

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