Nos ponemos a los mando del nuevo Mazda CX-30, la versión más campera del compacto Mazda3, la unidad probada estaba animada con el motor gasolina más interesante de la gama, ya que lleva la nueva tecnología Skyactiv-X que produce una potencia de 180cv.

Seguramente hayas oído hablar desde hace un tiempo de la tecnología Skyactiv-X. Que este nuevo tipo de motores van a revolucionar a los gasolina atmosféricos con una buenas prestaciones y unos consumos más bajos de lo que es habitual en este tipo de motores.

Tras probar el Mazda CX-30 con esta nueva motorización podemos asegurar que el funcionamiento de este motor es muy diferente a los típicos que funcionan con inyección directa.

En el caso del motor Skyactiv-X, también dispone de inyección directa, pero no solo funciona con chispa como cualquier motor actual de gasolina, puede funcionar por compresión como los diésel, de ahí que su ratio de compresión sea tan alto: 16,3 a 1. Es muy alto, incluso más que el ya de por sí alto de los Skyactiv-G que es de 14 a 1.

Otra de las partes clave de este motor es la presión de la inyección directa, lo normal en un motor de gasolina atmosférico es que ronde los 250-300 bar de presión. En el caso del motor Skyactiv-X es de 700 bar de presión.

A la hora de conducirlo se puede notar que su funcionamiento no es el clásico de un motor atmosférico de gasolina. La mayor parte del tiempo funciona con una mezcla más pobre para un menor consumo, que por ende se traduce unas prestaciones menores. Es un motor que para sentir y aprovechar los 179cv que eroga su motor es imperativo exigirle que suba de vueltas, ya que la potencia máxima se obtiene a las 6.000 vueltas.

Mazda es de las pocas marcas que aún conservan motores gasolina sin turbo alimentar. El motor probado en el vehículo objeto de esta prueba es un 2.0 gasolina de inyección directa y aspiración atmosférica, que produce 179cv de potencia máxima y que cuenta con la tecnología Skyactiv-X de Mazda.

Dicho motor, a pesar de no contar con turbo alimentación, se defiende muy bien en cuanto a prestaciones y consumos se refiere si lo comparamos con sus rivales. La potencia máxima se encuentra en la parte más alta del tacómetro, lindando con el corte de inyección y no es hasta pasadas las 4000 revoluciones donde se nota que el motor empuja con mayor decisión.

Es en medios y bajos donde más flojo se encuentra por la menor cantidad de PAR motor si lo comparamos con un motor turbo, para poder sacarle todo su potencial es obligado estirar las marchas sí o sí.

En los tiempos que corren estamos acostumbrados a motores gasolina “diesilizados”, es decir, con mucho PAR a bajas vueltas y una entrega de potencia máxima a un régimen bajo de revoluciones, esto implica no tener apenas que cambiar de marcha para disponer de potencia o tener que subir mucho de vueltas el motor. Sin duda es una conducción más agradable y cómoda, pero, pierde el encanto de los motores como el aquí probado, otro tipo de filosofía, sin duda. Y porque no decirlo, con un funcionamiento óptimo para el uso diario.

No es la primera vez que probamos un motor gasolina de la marca Mazda, siempre, o casi siempre, nos ha parecido que están faltos de “punch” en las aceleraciones, en parte es lógico, la ausencia de la turbo alimentación obliga a tener que subir de vueltas el motor y el empuje es más lineal. Pero os puedo asegurar que este nuevo motor con la tecnología Skyactiv-X probado anda francamente bien, y permite recuperar y acelerar con mucha soltura. Los casi 180cv están y te darás cuenta como es capaz de ganar y recuperar velocidad, no en vano realiza el 0 a 100 km/h en 8,8seg, puede parecer lento para casi tener 180cv, pero no lo es.

El nuevo Mazda CX-30, como pasa con el Mazda 3, sobre todo externamente, tiene un diseño muy agresivo y anguloso que le confiere una imagen sobria y muy estilizada que a todos gusta.

Una imagen juvenil, desenfadada y que, sobre todo para los jóvenes, es muy atrayente.

Su interior no se queda atrás, con los últimos avances en tecnología y una calidad de materiales a la altura de lo esperado hace que este nuevo Mazda CX-30 sea realmente un SUV muy atractivo en varios aspectos.

VISIBILIDAD

En cuanto a visibilidad el nuevo Mazda CX-30 en general no presenta deficiencias, la visión que tiene el conductor hacia cualquier parte del exterior desde el interior del vehículo es buena, la visibilidad delantera es correcta. La trasera, por la formas externas tan afiladas y al igual que en todos los vehículos queda mermada por los reposacabezas, pero si los bajamos a su posición más baja no molestan. Destacar que la visión trasera si podría ser mejorable, pero gracias a la ayuda de la cámara trasera el problema se mitiga mucho.

Los retrovisores tanto exteriores como el interior son de buen tamaño y proporcionan una visión clara de lo que acontece fuera del vehículo.

IMPRESIONES DE CONDUCCIÓN

Actualmente el Mazda CX-30 se vende con motorizaciones de gasolina y diésel, en gasolina nos encontramos con dos potencias disponibles, la de 122cv y tecnología Skyactiv-G y la más que interesante de 180cv extraídos del 2 litros con tecnología Skyactiv-X, motor que no solo dispone de encendido mediante chispa, también por compresión, teniendo unas buenas prestaciones y menores consumos.

En diésel solo está disponible el 1.8 Skyactiv-D con una potencia de 116cv. Los diésel, gracias a la turbo alimentación siempre son más contundentes en la entrega de potencia, teniendo unos bajos y medios bastante más marcados.

El 2.0 gasolina de 122cv es todo lo contrario, poco empuje en bajas vueltas, pero si el suficiente, y es a partir de las 4000 revoluciones cuando empieza lo interesante hasta pasadas las 6000 revoluciones, llegando con fuerza hasta el corte de inyección. Casi de manera calcada sucede con el Skyactiv-X.

En el uso para el día a día el motor de gasolina Skyactiv-X es tranquilo, muy muy silencioso y con unos consumos más que ajustados. Sobre todo si se hace mucha carretera o autovía.

Y es en carreteras reviradas donde de verdad se disfruta de una mecánica así, el amplio abanico de revoluciones disponibles lo hacen apto para tramos revirados, donde el empuje es necesario en la parte alta del cuentavueltas.

La suspensión aun no siendo excesivamente enérgica y primando más el confort, se muestra correcta en un uso deportivo, es capaz de contener los balanceos y oscilaciones del chasis y presenta una buena estabilidad en curva.

Lo que más nos ha asombrado a lo largo de la prueba son los consumos que tiene este motor, puede parecer imposible hacer consumos de menos de 7 e incluso de 6 litros en un gasolina de esta potencia y atmosférico, no olvidemos que el CX-30 pesa casi 1.500kg.

FRENADA

Como siempre hemos transmitido a lo largo de los vehículos probados en veoMotor. No solo lo más importante de un vehículo es su capacidad de aceleración y recuperación.

Parte clave es poder detener el vehículo en los menos metros piscles, nuestra vida puede depender de ello.

En el caso del Mazda CX-30, en acabado Zenith, los frenos se mostraron a lo largo de toda la prueba muy capaces y sin mermas en su eficacia de frenado, decir que el uso de los mismos fue el que una persona normal puede llegar a hacer.

Además de un uso normal se les sometió a algún esfuerzo extra, buscando la debilidad del equipo de frenos, que nunca llego a presentarse.

El Mazda CX-30 cuenta con discos de freno en ambos ejes, delante sobredimensionados (295mm) y ventilados. Detrás discos macizos (265mm). Contamos con ABS de última generación y ayuda a la frenada de emergencia.

TRACCIÓN

La tracción del vehículo está asociada al eje delantero, siendo este el eje motriz y encargado de mover el vehículo. El motor 2.0 gasolina Skyactiv-X no suele presentar perdidas de tracción en salidas, o en marcha. En salidas voluntariosas si se pueden presentar perdidas de tracción, mínimas, eso sí. Tiene una alta capacidad de tracción y si somos avezados en el uso de los pedales podremos salir con rapidez sin apenas perdidas de adherencia.

Existe una versión con tracción total AWD que es mucho más interesante a la hora de sacarle el máximo partido a las prestaciones del motor. También si se va a circular por vías con baja adherencia.

ESTABILIDAD

El Mazda CX-30 en su acabado Zenith presenta una elogiable estabilidad, suspensión confortable tirando dura que no es seca en compresión o extensión, es decir, que a la hora de pasar un bache, badén o resalto no nos dejaremos los riñones/espalda en el intento, algo de agradecer.

Además de ser cómoda, cumple con correctamente en zonas reviradas donde podemos permitirnos algún que otro lujo. El motor acompaña en las travesías reviradas, su empuje es contundente en altas revoluciones y nos catapulta a la siguiente curva con potencia.

El ESP no es desconectable del todo, queda latente, por lo que pueda pasar. A la hora de hacer aparición nos avisa mediante ruido acústico y con el símbolo en el cuadro de instrumentos. Su acción es rápida y repentina. Eso sí, coloca el vehículo en su trayectoria optima sin que nos dé tiempo a pestañear.

REPOSACABEZAS

El Mazda CX-30 tiene cinco reposacabezas, de los cuales, los delanteros son regulables en altura e inclinación. Los traseros al igual que los delanteros, son regulables en altura. Ninguno es activo.

CINTURONES

El Mazda CX-30 monta cinco cinturones del tipo estándar, de tres puntos de anclaje. Los delanteros cuentan con pretensores pirotécnicos. Dispone de avisador acústico de cinturón no abrochado en cuanto emprendemos la marcha, solo funciona con los cinturones delanteros.

BEBES Y NIÑOS

El Mazda CX-30 está equipado con el sistema ISOFIX de anclaje de sillitas de bebes en los asientos traseros. El maletero es de buen tamaño (430 litros) y su boca de carga amplia, no tendremos problemas en este aspecto. El acceso a las plazas traseras es correcto, ya que es un vehículo de 5 puertas.

AIRBAGS

El Mazda CX-30 trae de serie en este acabado (Zenith) ocho Airbag, que son: De conductor, acompañante (desconectable mediante llave), laterales, de cortina, etc…

RECUPERACIONES

El peso del conjunto apenas se deja notar en las prestaciones, su aceleración en el 0 a 100km/h que no siendo para nada mala se sitúa en 8,8 segundos.

“Si se quiere aprovechar los 179cv disponibles, es obligado subir las revoluciones del motor hasta las 6.000”

CAJA DE CAMBIOS

El Mazda CX-30 con motor 2.0 Skyactiv-X de 180cv se puede escoger con caja manual de 6 relaciones o como opción con la caja de cambios automática de 6 velocidades.

El funcionamiento de la caja de cambios automática mediante convertidor de par es más que corrector. Cambia con rapidez de marchas, nada tiene que envidiar a una de doble embrague. Tan sólo hacer mención que en arrancadas fuertes tiende a resbalar en exceso el embrague. Perdiendo tiempo en aceleraciones y recuperaciones. Dispone de modo Sport y secuencial. El cual permite cambiar desde las levas del volante o en la propia palanca.

El funcionamiento de la caja manual de 6 relaciones es impecable, las marchas entran con decisión de manera muy marcada y mecánica. Con un tacto exquisito.

CIRCULANDO POR CARRETERA

En carretera el Mazda CX-30 Zenith 2.0 Skyactiv-X nos muestra su cara más deportiva, los motores atmosféricos también pueden trasmitir sensaciones deportivas.

El excelente bastidor y un tarado de suspensión bien trabajado nos aseguran horas y horas de disfrute por carreteras ratoneras y reviradas. Y si a esto le asociamos unos buenos neumáticos tendremos un vehículo interesante, poco derrochador de combustible y muy efectivo en tramos virados.

El consumo en este tipo de vía es relativamente bajo, si hacemos una conducción relajada podemos gastar poco más de 6 litros sin proponérnoslo mucho.

El homologado WLTP nos dice que el Mazda CX-30 dotado del 2.0 Skyactiv-X de 179cv en este tipo de vías consume 5,5 litros a los 100km. No es para nada descabellado, pero si poco realizable.

Otra de las principales novedades de este modelo es el uso de la hibridación suave como ya hacen otros modelos dentro de la marca. En el caso del Mazda CX-30 cuenta con la ayuda de un pequeño motor eléctrico de 7cv / 4,8kwh encargado junto con una batería de proporcionar una tensión de 24v a diferentes sistemas del vehículo, su función no es otra que la de generar corriente para dicho suministro.

Gracias a ello puede permitirse ser catalogado como vehículo “ECO” y poder beneficiarse de disponer de la pegatina de la DGT que permite rodar en zonas de acceso limitado en grandes urbes como Madrid Central.

CIRCULANDO POR AUTOPISTA

En autopista/autovía buscamos el confort de marcha, y el Mazda CX-30 es capaz de dárnoslo.

La suspensión se muestra agradable, capaz de absorber imperfecciones de la vía sin resultar estas molestas.

El motor rueda en un régimen bajo de vueltas en 6 marcha a 120 Km. /h, es casi inaudible desde el interior. Las vibraciones también son mínimas. Es un motor verdaderamente silencioso, al ralentí parece que este apagado.

Si requerimos potencia inmediata hay que bajar una o dos marchas según la situación.

El Mazda CX-30 cuenta con otro punto a su favor, el bajo consumo de carburante. Con tan solo 51 litros de depósito podemos rodar más de 800 Km.

El consumo homologado para este tipo de vías es de 6,3 litros. Nuestro consumo no fue tan optimista, no anduvo tampoco lejos. 6,5 litros a los 100km.

CIRCULANDO POR CIUDAD

En ciudad buscamos un vehículo que nos proporcione buena respuesta al acelerador, con consumos contenidos y que además sea fácil de conducir y aparcar.

El Mazda CX-30 reúne todas estas cualidades. Tiene un motor muy aprovechable en ciudad.

Los consumos por ciudad son muy bajos tratándose de una mecánica de gasolina, teniendo medias de tan sólo 8 litros.

El consumo homologado es de 6,5 litros a los 100km. Aparcar con el Mazda CX-30 resulta verdaderamente fácil, su tamaño es medio, 4395mm de longitud.

CALIDAD DE ACABADOS

Los acabados utilizados en el Mazda CX-30 Zenith son de alta calidad, a simple vista se puede observar que los plásticos, telas y piel encajan bien entre sí, y que no hay ruidos extraños.

CALIDAD DE MATERIALES

Materiales de buena calidad, plásticos aparentes y de buen tacto. Al igual que las telas/piel utilizadas.

LA OPINIÓN DEL PROBADOR

Este es el primer Mazda CX-30 que pasa por nuestra redacción, lleva el motor “gordo” de gasolina con 179cv y nos ha demostrado de lo que es capaz en todo momento. Los 179cv son más que aprovechables y, si se sabe hacer un buen uso de la caja, no se quedan para nada cortos. En un primer momento puede llegar a decepcionar y pensar que donde están los casi 200cv. Pero con el paso de los kilómetros e ir probando se encuentran en la parte alta del tacómetro. Es un motor diferente, no solo tecnológicamente hablando, también por consumos y agrado de conducción.

Por ello lo más interesante del Mazda CX-30 como pasa en el Mazda3 es el nuevo motor con tecnología Skyactiv-X. También destacar la hibridación ligera o suave que monta, permitiendo que contamine menos y homologue unos mejores consumos.

Supera la normativa Euro 6d-TEMP y emite 146 gr de CO2 a la atmosfera.

CONCLUSIONES

El nuevo Mazda CX-30 es una excelente alternativa a los SUV premium.

Buenos acabados con una imagen externa muy lograda. Todas las motorizaciones han sido actualizadas con mejores prestaciones y un menor consumo. Sin duda el nuevo Mazda CX-30 es, actualmente, de los mejores SUV del mercado tecnológicamente hablando. Además con un precio muy contenido.

 

 

A FAVOR:

Consumos, espacio interior, silencio del motor.

A MEJORAR:

Poca fuerza en medios, aptitudes offroad.

 

 

DATOS TÉCNICOS

Versión: 2.0 Skyactiv-X 179cv Puertas: 5
Cilíndros: 4 en línea Plazas: 5 (2 + 3)
Par máximo: 224 Nm a 3.000 rpm Maletero: 430 litros
Distribución: Dos árboles de levas en la culata Peso: 1.466 Kgs.
Alimentación: Gasolina- inyección directa

Compresor, Intercooler

Depósito: 51 litros
Tracción: Delantera Velocidad: 204 km/h
Cambio: Manual, 6 velocidades

 

0 a 100 km/h: 8,8 segundos

Precio de unidad probada sin extras y descuentos: desde 32.875 €

 

FOTOS