Oscar Piastri consigue su primera victoria en Fórmula 1, subiendo a lo más alto del podio en el Gran Premio de Hungría y obteniendo un doblete polémico del equipo McLaren: triunfo del piloto australiano que, pese a liderar más de la mitad de la carrera, gana por primera vez tras un espectáculo de órdenes de equipo sin precedentes.
La carrera se iba a poner en marcha con una escasa probabilidad de lluvia y con una temperatura ambiente muy superior a la presente en el día de ayer. Lo hacía con una salida sorprendentemente limpia, aunque con muchos cambios de posición en prácticamente toda la parrilla. Entre ellos, Carlos Sainz perdía tres posiciones en los primeros metros y se recuperaba hasta la sexta plaza en un par de vueltas.
Por delante, Oscar Piastri asumía el liderato en la curva uno con Lando Norris y Max Verstappen rodando en paralelo. Tres coches en línea, al final de la recta de meta, no pronosticaba nada bueno y, efectivamente, así sería: el piloto neerlandés se iba a la escapatoria y consumaba el adelantamiento sobre el británico. Bajo investigación por ganar ventaja fuera de la pista, el líder del campeonato devolvía la posición al McLaren para evitar una posible sanción de tiempo.
Las primeras paradas en boxes se producían excepcionalmente pronto, tan sólo en la zona media y baja de la clasificación, en búsqueda de ganar posiciones mediante la estrategia del undercut. Al frente, la gestión de neumáticos mantenía intactas las posiciones y los primeros cambios llegaban en la vuelta 17/18. Lewis Hamilton era el primero en pasar por el pit-lane, seguido de Norris y Piastri. La pasividad de Red Bull, sin embargo, hacía realidad el undercut de Mercedes sobre Verstappen.
Montado el neumático duro y ya perdida la posición con Lewis Hamilton, Max Verstappen parecía encontrar el ritmo que no había tenido durante el primer stint. Recortaba prácticamente siete segundos al piloto británico, aunque no lograría adelantar en pista. Todo ello, sin opciones de mirar hacia una hipotética victoria: ambos McLaren, con Piastri a la cabeza, lideraban cómodamente y gestionando su carrera. Más de cuatro segundos entre ellos y una gran ventaja sobre sus perseguidores abalaban su rendimiento en el Hungaroring.
La inusual debacle estratégica de Red Bull, que ya había perdido posición en boxes con Hamilton al final del primer stint, se completaba con un nuevo undercut en su contra: Ferrari lo lanzaba con Charles Leclerc y, de nuevo, la inacción de los de Milton Keynes regalaba la posición de su piloto estrella. Vueltas más tarde y por sorpresa, McLaren efectuaba un undercut entre sus propios pilotos, pasando Lando Norris al liderato de la prueba.
Casi de inmediato, en McLaren solicitaban a Norris un intercambio de posiciones para devolver el primer puesto a su compañero de equipo, una orden que el británico desoiría para polémica que, no obstante, había propiciado la propia escudería de Woking con una cuestionable estrategia. Las radios se pinchaban una y otra vez, ordenando el cambio de posición de todas las maneras posibles por parte del ingeniero de carrera del número 4. Ruegos de todos los tipos, incluso amenazas, que surgían efecto sobre el piloto, que tan sólo cedía la victoria a falta de tres vueltas y después de un espectáculo que rozaba lo bochornoso.
Por detrás, aunque unas vueltas antes, Verstappen volaba con sus neumáticos medios más nuevos y recuperaba la posición con Leclerc. Al intentar pasar a Hamilton, una gran pasada de frenada de Verstappen provocaba un espectacular impacto entre ambos coches, volando el Red Bull sin ninguna rueda sobre el asfalto. Sorprendentemente, ninguno de los dos sufría daños importantes en sus monoplazas, pero el neerlandés perdía varios segundos y la posición con Charles Leclerc.
Vía – thebestf1.es