El equipo de Milton Keynes completa este año su segunda década en la parrilla de la máxima categoría del automovilismo, y a lo largo de todas esas temporadas lograron siete títulos mundiales de constructores y seis de constructores. Y una de sus figuras clave fue la de Adrian Newey, quien desempeñó un papel muy importante como diseñador de los monoplazas.
Sin embargo, lo que no se sabía tanto era que David Coulthard fue decisivo en su contratación, como aseguró Christian Horner: «He trabajado con Adrian [Newey] desde que era piloto de pruebas de Williams, cuando tenía poco más de veinte años. Después, también trabajé con él en McLaren».
Pensar como un piloto de carreras en la F1
Esos años trabajando juntos le dieron al escocés una buena idea de lo que hace tan especial al genio de la aerodinámica en comparación con otros ingenieros en la Fórmula 1: «Adrian es un diseñador con talento, pero lo que le diferencia del resto es que piensa como un piloto de carreras. Naturalmente, él corre por afición».
«Adrian no pilota en tiempos de vuelta que asusten a Max Verstappen, pero volvió a participar en el Gran Premio Histórico de Mónaco a principios de año», dijo a Motorsport.com. «Como resultado, sabe exactamente de qué habla un piloto cuando explica cosas de subviraje al pisar el acelerador al salir de una curva. Adrian también ha sido ingeniero de carreras y, por lo tanto, tiene el paquete completo».
Eso último es lo que diferencia al británico de la mayoría de mentes brillantes que pasan por el paddock: «Hoy en día, todos son especialistas, personas que son, por ejemplo, ingenieros de materiales, saben exactamente con qué materiales fabricar determinadas piezas, pero no son pilotos, son puros ingenieros».
«Ahora se necesita un gran número de personas especializadas en una función concreta, pero el liderazgo de Adrian proviene de la comprensión de todo el proceso, desde el diseño del concepto hasta su construcción, y desde la puesta en pista del coche hasta su pilotaje», continuó. «Creo que eso le da una ventaja competitiva sobre otros, que pueden estar académicamente mucho mejor considerados. Puede que Adrian no tenga el currículum que asusta a muchos ingenieros, pero ese es otro ejemplo de teoría frente a práctica, necesitas esos conocimientos para lograr un buen rendimiento».
Las palabras de David Coulthard encajan perfectamente con lo que Max Verstappen dio a conocer a principios de año. Cuando se anunció públicamente que el inglés dejaría Red Bull, el tres veces campeón del mundo reconoció que Adrian Newey dejó de participar en las operaciones diarias, pero aseguró que fue un buen «sparring», porque puede ponerse en la piel de un piloto.
Eso último es lo que todos quieren a la hora de procesar los comentarios que reproduce quien realmente está en la pista una vez que llega al garaje, y lo que hace que se puedan modificar los puntos débiles de un coche de Fórmula 1.
