La gran gestión de Norris
por todo lo alto y consiguiendo una amplia diferencia a su siguiente competidor, Max Verstappen, que acabó segundo.
La victoria del británico ha conseguido remover más la estabilidad de Red Bull. Parece que 2024 va a ser un año en la que la lucha título va a estar mucho más reñida. En Australia, Carlos Sainz ya fue capaz de arrebatarle la victoria a Verstappen y en esta ocasión, Norris ha sido el protagonista.
De cara al Gran Premio de Miami, Andrea Stella ya adelantó que McLaren traería un gran paquete de mejoras. Sin embargo, no confiaban en que fueran tan diferenciales como se mostró más tarde. El equipo logró comprender rápidamente las actualizaciones y se mostró muy cómodo durante todo el fin de semana.
Ya en la carrera, la salida de Norris no fue tan espectacular como la de su compañero y cayó un puesto hasta ubicarse sexto. Aunque el 4 tenía ritmo, Sergio Pérez parecía estar frenando su progreso y esto se confirmó cuando el mexicano entró en boxes. A partir de que entrara en aire limpio, el británico no dejó de ‘volar’, marcando sectores en morado y consiguiendo vueltas rápidas.
McLaren sigue acertando con todas las mejoras
Sin lugar a duda, las actualizaciones McLaren estaban dando sus frutos. La degradación mejoró en gran medida, favoreciendo que Lando pudiera hacer un stint más largo de lo esperado y prolongara la vida de sus neumáticos. Esto fue crucial en la victoria ya que, al poder estirar la primera parada, aprovechó el coche de seguridad surgido por el choque de Kevin Magnussen con Logan Sargeant. El piloto tuvo la fortuna que necesitaba para conseguir una parada en boxes ‘gratis’.
No desaprovechó la gran oportunidad que se le había puesto encima de la mesa y luchó con todo en el reinicio tras el SC con un Verstappen más nervioso de lo habitual. El neerlandés no pudo hacer nada y vio cómo a 25 vueltas del final, Norris se marchaba a más de 7 segundos, algo inaudito para Red Bull en las últimas temporadas.
¿Es un antes y un después en la temporada?
Es cierto que la fortuna fue un factor determinante en la victoria de Norris, pero él ya venía advirtiendo vueltas atrás. Es aventurado señalar que McLaren vaya a repetir la hazaña de Miami en Imola, pero la diferencia entre los de arriba es cada vez menor. Es probable que hayan más carreras en las que todo se decida por estos detalles. Por ello, no habría sido descabellado ver un 1-3 de McLaren o una victoria de Ferrari si las circunstancias les hubieran acompañado.
En la próxima carrera ambos coches papaya llevarán las actualizaciones de forma completa (Piastri llevó una versión reducida en Miami) y a no ser que cambien demasiado las cosas, seguirán estando entre los más fuertes. Los de Woking esperan seguir dando pasos adelante y que nada corte el gran crecimiento en el que llevan trabajando en los últimos años.
Vía – caranddriver.com