Pese a salir desde el séptimo puesto, Fernando Alonso fue el último piloto de los que terminaron la carrera en cruzar la línea de meta en el Gran Premio de Singapur 2023 después de una auténtica odisea tanto para él como para el equipo, tal y como reconocieron ambas partes tras la cita.

Sin embargo, en las redes sociales rápidamente empezó a correr el rumor de que la suspensión del Aston Martin AMR23 del piloto asturiano se había roto en la segunda vuelta de carrera y que por tanto Alonso se había visto obligado a completar la carrera prácticamente con una suspensión delantera izquierda dañada.

Pero, ¿realmente se rompió la suspensión del Aston Martin de Alonso en Singapur?

Para empezar por una regla sencilla del automovilismo, la rotura de una de las suspensiones de un monoplaza de Fórmula 1 conlleva la retirada casi de forma instantánea, ya que ésta absorbe las fuerzas que se generan tras el contacto de los neumáticos y el asfalto, manteniendo la altura del coche lo más controlada posible, algo que es fundamental en la máxima categoría del automovilismo y más todavía desde que regresó el efecto suelo.

Es decir, la suspensión del Aston Martin de Alonso no se rompió en el Circuito urbano de Marina Bay. Sin embargo, cabe destacar que sí hubo un daño en esa zona que pudo afectar, aunque en menor medida obviamente, al rendimiento del AMR23 del piloto español.

Tal y como se puede comparar en una serie de fotografías, de hecho Alonso reconoció que él y su equipo se dieron cuenta de la avería durante la parada en boxes y a raíz de unas fotografías, el coche de color verde sufrió un daño o mejor dicho, perdió por completo el carenado o embellecedor de fibra de carbono de la suspensión.

Dicha pieza se utiliza para recubrir la suspensión y tiene un efecto protector a la vez que también es un elemento aerodinámico del monoplaza: su función en ese sentido es desviar el flujo de aire hacia zonas en las que sea un beneficio y no un perjuicio.

Es decir, la radio de Alonso en la que dijo al equipo que el coche era «inconducible» sí podría tener algo que ver con dicho suceso, ya que pudo haber cambiado la dinámica del flujo de aire en la parte izquierda del coche, mientras que la derecha seguía como estaba previsto, lo que alteró posiblemente la eficiencia aerodinámica del AMR23.

En resumen, Alonso no disputó el GP de Singapur con la suspensión delantera izquierda rota, ya que eso habría sido imposible y menos si el suceso se dio en la vuelta 2 de 62, pero sí sufrió una posible alteración aerodinámica tras perder el carenado de fibra de carbono que seguramente provocó que la sensaciones al volante para el bicampeón del mundo fuesen radicalmente diferentes a las que estaba acostumbrado hasta ese momento del fin de semana.

Vía – motorsport.es