El rendimiento demostrado en los test de pretemporada del Circuit de Barcelona-Catalunya dejaron a la Scuderia Ferrari en un lugar realmente complicado de cara a la temporada 2020. El SF1000 no tenía el rendimiento esperado y sobre todo, no estaba a la altura de Mercedes y Red Bull para luchar contra ellos desde la primera carrera de la temporada. Con una gran cantidad de subviraje, el monoplaza italiano ha tenido que ser revisado durante estos meses de parón provocados por la situación tan excepcional que atravesamos.

Mattia Binotto, jefe de equipo de la Scuderia Ferrari, confirma que tras la pretemporada del pasado mes de febrero, en el equipo crearon un grupo de trabajo que analizó por completo el SF1000 para cambiar rotundamente la dirección de desarrollo de un chasis que había decepcionado. Además, el dirigente del equipo italiano confirma que las primeras mejoras del monoplaza llegarán para la cita de Hungría y no para el Gran Premio de Austria de este fin de semana.

“El resultado de los test nos llevó a tomar un cambio de dirección en términos de desarrollo, especialmente en el apartado aerodinámico. Primero teníamos que entender por qué no vimos los resultados que esperábamos y cuánto había que recalibrar el programa. Hubiera sido contraproducente seguir en la dirección planeada sabiendo que no habríamos alcanzado nuestros objetivos. Por lo tanto, decidimos crear un nuevo programa que analizara todo el coche, sabiendo que no todo estaría listo para la primera carrera”, comenta Mattia Binotto.

“Nuestro objetivo es presentar las actualizaciones en la tercera carrera, en Hungaroring. Aparte de eso, más allá del desarrollo del coche, en las últimas semanas hemos trabajado mucho en analizar su comportamiento, con el trabajo de simulación y con la ayuda de nuestros pilotos”, añade.

Vía – thebestf1.es