Hoy los aficionados se reconciliaron con la Fórmula 1. Nadie se podía haber imaginado que tras un espectáculo difícil de soportar hace apenas una semana, con los monoplazas invitándonos al sueño cuando giraban en torno a Paul Ricard, lo de Spielberg iban a ser las antípodas en términos de show. Obviamente no han faltado luchas y emoción, pero ha sido la batalla final por la victoria la que ha robado por completo todo el protagonismo de una carrera inolvidable.
De nuevo la bandera en Maranello se quedará sin izar después de que Verstappen se mostrara en un final de carrera muy por encima del que tenía en esos momentos el monegasco en el bolsillo. Se ponía de esta forma punto y final a todas las habladurías que se han generado durante las últimas horas después de conocerse de que había una cláusula en el contrato de Max Verstappen con Red Bull Racing que lo podía liberar de no conseguir una victoria con Honda antes del Gran Premio de Austria.
Una vez conseguida el futuro de Max con su actual escudería y con el fabricante de motores nipón parece en mejor momento que nunca, todo ello a pesar de que tuvo una carrera no apta para cardiacos, en un arranque desastroso que parecía acabar con cualquier opción de victoria y después de que un pinchazo y un problema en la unidad de potencia hicieran temer que el #33 no pudiera repetir el triunfo de 2018 frente a la marea naranja.
Lo hizo con una remontada de época y con dos adelantamientos contundentes, el segundo de ellos si cabe todavía más duro, que terminaron por llevar a Charles Leclerc a hincar la rodilla y tener que renunciar de nuevo a su primer triunfo en la Fórmula 1: “Si este tipo de cosas ya no se toleran en la competencia, ¿cuál es la razón para estar en la Fórmula 1?”. Estas eran las palabras de Max después de quitarse parte de esa adrenalina del cuerpo.
Dos intentos distintos, siendo el primero con Leclerc haciendo una trazada defensiva en frenada mucho más centrada, mientras que en la segunda, Verstappen tenía una situación mejor para afrontar el intento de adelantamiento después de que en la vuelta 68 Leclerc consiguiera por tracción recuperar el adelantamiento. Leclerc pronto apuntó que esta no era la forma de adelantar y que estaba bastante claro quién era responsable del contracto entre las ruedas delanteras: “La vuelta anterior estaba todo bien, dejó el espacio, el ancho de un coche en la salida de la curva, pero no lo hizo en la otra vuelta”.
En el caso de Ferrari, no habrá apelación a pesar de que desde la cúpula valoran como una “decisión equivocada” el hecho de no haber sancionado a Verstappen por esta acción en la vuelta 69. El propio Binotto aseguraba que, si se tira de precedentes, este adelantamiento debería haber sido castigado por no haber dejado sitio suficiente, obviamente haciendo referencia de forma velada a lo ocurrido entre Lewis Hamilton y Sebastian Vettel en Canadá.
No creo que debamos imponer una penalización por eso. Nunca abrí la dirección, pero el problema es que en esa curva hay una cresta, por lo que cuando vaya un poco más largo en una curva tan estrecha que simplemente se abre debido a esa cresta. El coche en el exterior tuvo que esperar un poco porque fuimos muy largos. Estaba delante. Solo tuvo que tirarse al interior, pero intentó ir por el exterior, lo cual no es posible – Max Verstappen
Con la decisión de los comisarios ya sobre la mesa y después de las declaraciones de cada uno de los pilotos y las distintas tomas que tenemos del incidente, ¿Qué hubierais decidido vosotros? En mi caso, no hubiera sancionado ni lo de Sebastian Vettel ni tampoco lo hubiera hecho hoy con Max Verstappen…
Vía – diariomotor.com