El británico considera “una locura” poder igualar a Juan Manuel Fangio, aunque lamenta que no habría podido competir en esa época.

Lewis Hamilton ya se ha ganado estar en los libros de historia de la Fórmula 1, pero este fin de semana puede dar un paso más al sellar su quinto mundial, el que le igualará a Juan Manuel Fangio y le convertirá en el tercer piloto que llega a esa cifra.

Cuando se le preguntó por el argentino y la sensación de alcanzar su número de coronas, Hamilton dijo no ser consciente de la importancia que tiene: “Fangio siempre es… es como el padrino de la categoría para nosotros, los pilotos. Es nuestro padrino, sí, uno de los grandes de todos los tiempos, desde el principio, y siempre será admirado”.

“Es una locura pensar que puedo llegar a lograr los campeonatos que él consiguió”.

Y, sobre los primeros años en los que se disputaba el mundial de Fórmula 1, recuerda que ya pudo ponerse al volante del Mercedes W196 de 1954 y 1955.

“Conduje una mítica flecha plateada en Monza, con Sir Stirling Moss, lo cual es bastante intenso. Siempre es realmente extraño escuchar la filosofía mental de los pilotos de aquella época. Sir Stirling diría que preferirás salir despedido del coche si te vas a chocar. Nosotros tenemos un espacio más limitado, porque se trata de estar fijo y a salvo”.

Lamenta, sin embargo, que sus deseos de haber competido en otras épocas no podrían haberse hecho realidad por cuestiones racistas: “No sé si la década de los 50 fue un momento particularmente bueno, porque no fue un buen momento para los negros, así que probablemente yo no hubiera podido correr en aquel entonces”.

Hamilton prefiere, sin embargo, vivir los años que le ha tocado vivir, con avances nunca antes vistos: “Estoy agradecido de estar en esta época. Y con la tecnología que tenemos y viendo desarrollar los coches. Estoy encantado de ser parte de esta era”.

Una era en la que ya se le puede considerar leyenda.

[Fuente: motorsport.com]