• Los problemas mecánicos hacen que Cristina Gutiérrez y Pablo Huete deban emplearse a fondo para concluir la jornada
  • El fallecimiento del piloto de motos Paulo Gonçalves es el acontecimiento más triste de lo que va de carrera

La séptima etapa del Rally Dakar 2020 supuso un bache en el camino para Cristina Gutiérrez y Pablo Huete y también para su Mitsubishi Eclipse Cross. En una jornada marcada por el desgraciado accidente en el que falleció el piloto de motos Paulo Gonçalves, la pareja española sufrió un auténtico calvario para alcanzar la meta de la especial más larga de la carrera. Y es que la rotura de un elemento de capital importancia en el conjunto de la transmisión, la cardan trasera, cedía en mitad de las dunas, dejando con solo tracción delantera al coche y a Cristina sin las armas necesarias para afrontar todas las dunas con garantías.

Al final, todo se saldó con la pérdida de siete horas, lo que ha dejado a Gutiérrez-Huete relegados a la 66ª posición de la general, 12ª entre los 4×4 diesel mejorados. Tras la jornada de hoy, Cristina se sitúa 47ª de la clasificación absoluta, 7ª entre los vehículos de su clase.

Como es costumbre en los organizadores del Dakar, la jornada inmediatamente posterior a la etapa de descanso siempre supone un reinicio de la carrera con todas las consecuencias. Nada de progresividad tampoco en esta edición, donde la especial más larga de la carrera aguardaba a los participantes en el séptimo día de competición. Por si ello fuera poco, variedad de condiciones en una cronometrada donde los cordones de dunas se combinaban con sectores fuera pista y numerosos cruces donde la capacidad de navegación de los copilotos se sometía a una agobiante prueba. A decir de los más veteranos, un territorio perfectamente asimilable con las más legendarias ediciones de la carrera disputadas en África.

Cristina Gutiérrez: «Al llegar al bivouac me he enterado del fallecimiento de Paulo Gonçalves y me he quedado de piedra. Ha sido una noticia horrible y todo lo demás queda en un segundo plano. Le envío a su familia todo mi apoyo desde aquí. Toda la familia del Dakar está muy triste y se nota en cuanto entras y sientes el silencio que hay. La carrera para nosotros continúa después del problema que hemos tenido hoy. Se ha roto la cardan trasera y nos hemos quedado únicamente con tracción delantera. Y, dado que la etapa de hoy estaba compuesta mayoritariamente por dunas, la dificultad para superarla ha sido máxima. Hemos tenido que esperar hasta que llegara el camión de asistencia para darnos la pieza, reparar en la especial y luego continuar. Han sido 260 km de noche y en medio de las dunas, algo que se hace muy complicado. La lectura positiva es que seguimos aquí y que vamos a superar la dureza de la jornada de hoy, tanto en lo deportivo como en el apartado más personal. Agradezco mucho el apoyo de todos, porque nos da mucha fuerza».

La carrera repite mañana el esquema de la tercera etapa, con salida y llegada en el mismo punto. Buena noticia, por tanto, para las asistencias, que pernoctarán en Wadi Al-Dawasir, sin necesidad de recoger sus estructuras y desplazarlas a un nuevo punto. En total, serán 713 kilómetros los que se completen, con una especial de 474 km.