¿Un simple test o algo más serio? Esa ha sido la pregunta más repetida durante los últimos días acerca de la prueba realizada por Fernando Alonso al volante de la Toyota Hilux V8 4×4 de la categoría T1 y lo cierto es que ha sido el propio piloto el que ha alimentado aún más las dudas cuando ha llegado al Circuito de Sakhir y se le ha preguntado acerca de ello. “Ha sido un regalo de Toyota, el test era para divertirme” contrasta directamente con el “no me estoy divirtiendo nada, no soy dueño de lo que hago”.
Y es que nadie dijo que fuera fácil. Para nadie lo ha sido, ni tan siquiera para un nueve veces Campeón del Mundo de Rallyes como es Sébastien Loeb o para el talento de Carlos Sainz. Llegar de circuitos, y especialmente de Open Wheels obliga a un grado de adaptación masivo para todos aquellos que descubren una disciplina nueva como son los rally-raids. Fernando Alonso no iba a ser menos.
No me estoy divirtiendo nada, no soy dueño de lo que hago, no lo disfruto porque voy pendiente de cosas que no tengo por la mano, es un ejercicio de superación y de ser mejor cada día.
En los micrófonos de Movistar F1 el asturiano dejó algunos detalles más acerca de su test del que hemos podido ver algunas imágenes subjetivas desde las cámaras OnBoard. En ellas se puede apreciar los distintos tipos de terreno que atravesó durante las pruebas, así como la velocidad a la que llegó a rodar el bicampeón Mundial de Fórmula 1. El piloto español recibió las llamadas de Carlos Sainz para preguntar acerca de cómo se estaban desarrollando los kilómetros de pruebas, evidenciando lo mucho que habían hablado anteriormente, e incluso dejó entrever un posible cambio de aires a Toyota si el madrileño decide seguir en competición un año más.