El asturiano hace un test con el equipo Andretti, con el que ya trabajó en Indianápolis

Fernando Alonso participa hoy en un test con un coche de la IndyCar en el circuito de Barber, Alabama, Estados Unidos, en la que es su primera experiencia con un monoplaza estadounidense en un circuito rutero. Una oportunidad de aprender y recabar sensaciones antes de tomar una decisión de cara a 2019, año en el que tiene la posibilidad de participar en el campeonato completo.

La localización escogida para la primera toma de contacto es el circuito de Barber, una pista de 3,8 kilómetros de longitud y 15 curvas situada en las afueras de Birmingham, Alabama. No es ninguna casualidad que el test se haga ahí, ya que se trata de un circuito del calendario y su calzada estrecha, sinuosa y bacheada contiene la esencia de los circuitos estadounidenses, que difieren en su construcción del estilo al que Alonso está acostumbrado en la Fórmula 1.

Ésta será la primera vez que Fernando pruebe el UAK18, el paquete aerodinámico universal que usan todos los monoplazas de la IndyCar desde 2018, y también su estreno con la configuración para circuitos ruteros, que incorpora un alerón delantero con dos flaps y un ala trasera prominente para generar más carga aerodinámica, conductos de refrigeración de freno más grandes y camber de neumáticos negativo para mayor agarre. Un cambio drástico respecto a la configuración de Indianápolis, donde los alerones son mínimos y el cámber está orientado a la derecha del piloto para facilitar el paso por el peralte.

Puede que la IndyCar se asocie a los óvalos por la leyenda de las 500 Millas de Indianápolis, su prueba más ilustre, pero lo cierto es que en su calendario figuran más carreras en circuitos ruteros que en trazados de esa naturaleza. En 2019 habrá doce eventos en este tipo de pistas. Cinco serán urbanas, en ciudades como Long Beach o Toronto, y siete en instalaciones permanentes, como Laguna Seca o el Circuit of the Americas.

Configuración para Speedways

© IndyCar

Configuración para circuitos ruteros

© IndyCar

Por eso mismo Alonso pone rumbo a América, para reencontrarse con el equipo Andretti Autosport, la misma escudería que en 2017 le preparó un monoplaza para correr en las 500 Millas. El español quiere la triple corona y su retorno a la carrera está cantado, aunque en su ambición también figura conquistar la categoría para retirarse con los títulos de la Fórmula 1, el WEC y la IndyCar bajo el brazo, algo que sería inédito en la historia.

Fernando aún no ha confirmado su participación en la próxima temporada de la IndyCar, aunque su retirada de la Fórmula 1 le da el margen de maniobra que necesita para implicarse a tiempo completo en la competición estadounidense. Las fechas son compatibles con el WEC salvo por las 4 Horas de Silverstone, en septiembre de 2019, que coinciden con la penúltima cita del certamen. Sólo será un inconveniente si Fernando renueva con Toyota para la temporada 2019-2020, algo que todavía no ha trascendido.

“Ahora haré esta prueba de la IndyCar, pero ya estaba prevista desde hace meses”, explicó el español en el GP de Italia de Fórmula 1. “Me gusta probar todo tipo de coches. El año pasado le dije a Andretti que quería probar el coche en la configuración para circuitos normales. No hubo tiempo, pero este año tenemos la oportunidad”.

“No creo que sea un día clave de cara a 2019. Es una prueba para divertirme y ver cómo son los coches en su configuración para circuitos normales. Mi decisión para el año que viene no se basará en el miércoles. Lo tengo todo decidido en mi cabeza”.

[Fuente: soymotor.com]