En este artículo vamos a enseñarte y darte ciertos consejos para que tengas tu coche lo mejor mantenido por ti mismo con materiales y piezas de primera calidad como las que puedes comprar en https://klifex.com/.

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Lo primero que debes saber es que no todas las reparaciones, o mantenimientos, los podrás hacer tú, algunos de ellos requieren de ser realizados en un taller por el uso de herramientas especificas o por la complicación que supone la reparación.

Mantenimiento preventivo

¿Qué es el mantenimiento preventivo? El mantenimiento preventivo es, de manera regular, revisar ciertas partes de nuestro coche, como pueden ser lo líquidos: aceite, refrigerante, liquido de frenos, de limpia parabrisas, dirección asistida y etc.

También revisar partes como el estado de los neumáticos, que es sencillo de ver de manera visual, si encuentras desperfectos en las ruedas, como desgastes irregulares, pequeñas grietas o cortes. Esos neumáticos ya han cumplido y es hora de su cambio.

El mantenimiento preventivo es la vida del coche, si se hace de manera rigurosa puede que tu coche tenga una mayor duración y en mejor estado.

¿Qué mantenimiento puedo hacer por mi cuenta?

Los mantenimientos más sencillos son la sustitución de bombillas fundidas, cambio de las escobillas por uso y desgaste, rellenar el líquido del limpia parabrisas y el cambio del filtro de aire o polen.

También, si tienes sitio donde hacerlo y las herramientas y los repuestos, puedes hacer los cambios de aceite, no es complicado y así, puedes llevar el control de cuando se los has cambiado.

Si eres un manitas puedes aventurarte con el cambio de las pastillas de freno o los discos. Pueden parecer tareas complicadas, pero con un poco de conocimiento lo harás sin problemas.

Y si ya eres un amante del mundo del motor, y en especial de los coches más deportivos, que siempre han estado ligados a todo tipo de eventos deportivos en circuitos por su facilidad de preparación y su buenos motores y chasis. No dejes pasar la oportunidad de entrar en la web https://klifex.com/ donde podrás encontrar todo lo que buscas para tu coche.

Piezas que no encontraras en las clásicas paginas web de recambios y que si están disponibles en la web mencionada.

¿Cómo tener tu coche en el mejor estado?

Cambio de aceite y filtro: El aceite es el encargado de la lubricación los componentes del motor y el filtro en retener todas las impurezas. Recuerda cambiarlos regularmente para evitar un mayor desgaste del motor.

Revisión y reemplazo de filtros

Filtro de aire: El encargado de mantener y hacer llegar aire limpio que entra al motor, mejorando la combustión y el rendimiento. Un filtro de aire sucio puede elevar el consumo notablemente.

Filtro de combustible: Se encarga de absorber cualquier impureza para que no llegue al sistema de inyección. Si esto ocurriera podría ocasionar una avería. El filtro de combustible suele ser un gran olvidado y no se cambia cuando debería. No te olvides de él.

Filtro de habitáculo: Permite y asegura que el aire dentro del habitáculo esté siempre limpio y saludable. Si eres alérgico al polen, debes cambiarlo con mayor asiduidad, lo notaras.

Revisión de líquidos

Líquido de frenos: Fundamental para el correcto funcionamiento del sistema de frenos. Por lo general su cambio recomendado es cada 2 años. Se trata de un líquido denominado higroscópico, capaz de atraer y absorber la humedad ambiente, se deteriora con el paso del tiempo y su capacidad disminuye.

Líquido refrigerante: Mantiene el motor a una temperatura óptima y evita el sobrecalentamiento. Debe ser revisado y sustituido cada cierto tiempo si se ve deteriorado.

Líquido de dirección asistida: Hace que el sistema de dirección funcione suavemente y sin problemas. Sin este líquido la dirección se volvería muy dura e inutilizable. Recuerda revisarlo para que este siempre a nivel.

Líquido de transmisión: Lubrica y enfría los componentes de la transmisión. Del mismo modo que otros líquidos o aceites, la caja de cambios, sea automática o manual, dispone de un liquido que la lubrica para su buen uso. Acuérdate de que este siempre en su nivel.

Inspección y mantenimiento de los frenos: Revisar pastillas, discos, y tambor de freno, así como el nivel de líquido de frenos, para asegurar un frenado eficiente y seguro. Puedes hacerlo tu mismo de un simple vistazo, así sabrás si es hora de cambiarlo algo. El equipo de frenado debe de estar siempre en plenas condiciones de uso.

Revisión y rotación de neumáticos: Verificar la presión, desgaste y alineación de los neumáticos, y rotarlos periódicamente, si fuera necesario, para asegurar un desgaste uniforme y prolongar su vida útil.

Revisión del sistema de suspensión y dirección: Inspeccionar los amortiguadores, muelles y otros componentes para asegurar una conducción suave y segura no es difícil, puedes hacerlo tú mismo.

Revisión del sistema de escape: Inspecciona el conjunto de escape y el silenciador para detectar posibles fugas o daños que puedan afectar el rendimiento del motor y el medio ambiente.

Chequeo de baterías: Verificar el estado de la batería, limpieza de terminales y, si es necesario, su reemplazo. Una batería en mal estado puede dejarte tirado en el peor momento.

Revisión de luces y señales: Asegurarse de que todas las luces (faros, intermitentes, luces de freno y de marcha atrás) funcionen correctamente para la seguridad en la conducción.

Chequeo de correas y manguitos: Inspeccionar y reemplazar correas y manguitos envejecidas para prevenir posibles fallos en el motor.

Como ves, revisar tu mismo ciertas partes de tu coche no es algo complicado, incluso realizar algunos de los mantenimientos es posible.