Volvo Car Group, del que también forman parte las filiales estratégicas Lynk & Co y Polestar, fabrica vehículos basados en la plataforma de arquitectura modular compacta (CMA) desde que ésta se introdujo en 2017. A finales de julio se habían vendido más de 600.000 vehículos del grupo basados en esta plataforma.
La plataforma CMA, desarrollada de forma conjunta por Volvo Cars y Zhejiang Geely Holding (Geely), es un excelente ejemplo de la estrategia de desarrollo, producción y abastecimiento conjuntos implantada desde que Geely adquirió Volvo Cars el 2 de agosto de 2010.
La plataforma hizo su debut en 2017 con el popular Volvo XC40 y, por su diseño modular, ha servido de base para los modelos 01, 02, 03 y 05 de Lynk & Co, el Polestar2 2020 eléctrico puro y el primer modelo totalmente eléctrico de Volvo, el XC40 Recharge P8.
En el presente mes de agosto, cuando empiece a entregarse el nuevo Polestar2 basado en CMA, seguirán creciendo las cifras de venta de esta exitosa plataforma.
«Estamos realmente orgullosos de las cifras de venta de nuestros vehículos CMA», señala Håkan Samuelsson, director ejecutivo de Volvo Cars. «Estos 10 últimos años con Geely han sido muy fructíferos y vamos a seguir aprovechando las magníficas alianzas que hemos forjado dentro del grupo para preparar el camino y seguir creciendo y creando sinergias».
Desde la adquisición por Geely hace una década, Volvo Cars ha renovado completamente su gama de SUV, station wagon y sedanes, y se ha convertido en el primer fabricante de automóviles en comprometerse con la electrificación total, respaldado por la presentación de la línea Recharge. Esta línea ofrece una opción PHEV para todos los modelos Volvo con el objetivo de que para 2025 la mitad de las ventas globales corresponda a vehículos totalmente eléctricos y la otra mitad a híbridos.
La plataforma CMA es la base del nuevo Volvo XC40 Recharge P8 —el primer vehículo de la línea Recharge totalmente eléctrica de Volvo. El XC40 Recharge P8 comenzará a entregarse este otoño.
«Volvo Cars es hoy más fuerte que nunca», afirma Håkan Samuelsson, «y aún nos queda mucho por hacer. Estamos deseando lanzar al mercado nuestra línea de vehículos totalmente eléctricos, encabezada por el XC40 RechargeP8. Mantendremos esta dinámica invirtiendo en electrificación, nuevas tecnologías y futuras soluciones de movilidad».
Durante la última década, Volvo Cars ha transformado su actividad empresarial para convertirse en un auténtico protagonista del sector de la automoción a escala global. Ha incrementado sus ventas globales de 449.255 unidades en 2011 a más de 700.000 en 2019, ha aumentado sus ingresos más del doble (de 126.000 millones de coronas suecas en 2011 a 274.000 millones en 2019) y ha reforzado sus beneficios de explotación de 1.600 millones de coronas suecas en 2011 a 14.300 millones en 2019.
La empresa también ha ampliado su red de fábricas y centros de I+D en el mundo: comenzó su andadura con dos plantas de producción y una fábrica de motores en Europa, y ahora cuenta con otras cuatro fábricas y un centro de I+D en China y con una planta de producción en Estados Unidos.
En los próximos años, Volvo Cars quiere liderar la electrificación y que para 2025 la mitad de sus ventas globales corresponda a vehículos totalmente eléctricos y la otra mitad a híbridos.
Entre sus objetivos está también entablar millones de relaciones directas con los consumidores a través de nuevas formas de movilidad, y espera desempeñar un papel estratégico en la introducción segura de tecnologías de conducción autónoma.
Este y otros objetivos han sido posibles y verosímiles gracias a la implantación de un modelo de negocio sostenible y rentable en la pasada década que ha proporcionado a Volvo Cars una sólida plataforma para seguir creciendo.