La compra de un vehículo, en este caso un coche, por lo general siempre supone un desembolso alto. Por lo que no está demás ir bien informado a la hora de realizar la compra.

Dependiendo de donde se compre y a quien se le compre el coche se pueden tener mayores o menores garantías.

Con esto nos referimos a que si la compra se realiza entre particulares puede que el vehículo no esté todo lo revisado que debería y en un futuro próximo llevarnos alguna que otra lamentación.

Pero si se hace uso de los profesionales que nos garantizan que nuestro futuro coches de segunda mano estará bien revisado y al día de todo, no tiene por qué existir ningún problema futuro.

Hay que tener presente que un particular nunca podrá certificar cien por cien que los kilómetros que marca el cuadro de instrumentos son de verdad los reales del coche. Aunque actualmente este muy penado la modificación en beneficio del vendedor de los kilómetros reales aun por desgracia se sigue haciendo. Y como particular es muy difícil, por no decir imposible, saber en el momento de ver el coche si están cambiados o no.

Por ello, para seguridad de todos, hay que buscar vehículos garantizados. Te ahorras en problemas, en tener que ser tú mismo el que revise el coche, ya sea como aficionado al motor o haciendo uso de un taller externo que certifique que el coche que se va a comprar está en optimo estado de uso y no oculta nada.

Lamentablemente en la segunda mano existe mucha picaresca en este aspecto, vender vehículos “maquillados” que están en mal estado pero han sido adecentados para pasar por ojos no expertos de compradores que pensaran que compran una ganga que, en pocos días, dará a conocer lo que escondía. Y sin acceso a una garantía posterior todo serán problemas.

Pero antes que nada, debemos saber que estamos buscando, que tipo de coche necesitamos.

Ya que puede ser desde un utilitario a un todo terreno de gran tamaño. Dependiendo del vehículo puede ser interesante mirar uno u otro combustible. También dependiendo del uso que se le vaya a dar y los kilómetros anuales a realizar.

Son preguntas que debemos plantearnos al iniciar la búsqueda de nuestro futuro coche.

Si decides aventurarte a la compra particular, cosa que no aconsejamos en ciertos caso, toca averiguar de dónde procede el coche, el uso que ha recibido, años que tiene, kilómetros y, por supuesto, que todo esté perfectamente revisado; ITV pasada y con todos los líquidos a ser posible sustituidos. Y si por tiempo o kilometraje necesita cambio de distribución que esta esté también realizada.

Si prefieres ser asesorado por los profesionales podrás optar a una garantía que no solo nos dará una mayor tranquilidad por si en los próximos días, semanas o meses después de la compra le pasa algo al automóvil.

No debemos olvidar que a la hora de comprar un coche de segunda mano no solo es revisar cómo está el vehículo física y mecánicamente. Debemos cerciorarnos de que los papeles están todos en regla. Desde que tenga pagados todos los impuestos y la ITV pasada, a que no haya tenido algún tipo de retención o embargo. Esto último es fácil de averiguar si solicitamos un informe en tráfico del vehículo.

Debes valorar cuánto cuesta tu tiempo y si decides tener que hacértelo todo tu, o prefieres que los profesionales lo hagan por ti, con la seguridad de que todo estará como a ti te gusta.