• Ford revela los secretos de la tecnología que está ayudando a hacer que sus coches sean más seguros que nunca
  • Esta primera versión totalmente automatizada del proceso moderniza las antiguas técnicas de herrería, utilizando hornos, robots y láser para fabricar piezas de automóviles que ayudan a mantener la seguridad de los conductores y pasajeros
  • El acero al boro, que antes se utilizaba para construir armaduras y ahora se emplea en los rascacielos, sirve también para reforzar el nuevo Ford Focus, y le ha permitido obtener cinco estrellas Euro NCAP la máxima puntuación de seguridad

En su momento, fue una técnica que ayudó a proteger a los caballeros con armadura de los golpes de sus rivales. Ahora, Ford está aplicando una versión de vanguardia de la misma tecnología para ayudar a que sus vehículos sean más seguros que nunca.

El primer proceso de conformado en caliente totalmente automatizado conforma y corta piezas del automóvil esenciales para la protección de conductores y pasajeros y utiliza hornos gigantes, robots y láser a 3.000° C.

«Estamos innovando sobre técnicas utilizadas para reforzar el acero desde hace miles de años, incorporando materiales modernos y automatización para acelerar y refinar el proceso de conformado en caliente», cuenta Dale Wishnousky, vicepresidente de fabricación de Ford Europa. «La célula de seguridad de acero al boro resultante ayuda a hacer del nuevo Focus uno de nuestros vehículos más seguros.»

La línea de conformado en caliente, totalmente integrada en la planta de montaje de vehículos de la compañía en Saarlouis (Alemania), se construyó recientemente. El conformado en caliente es una parte integral de la fabricación del nuevo Ford Focus, que obtuvo cinco estrellas Euro NCAP, la máxima calificación de seguridad.

El nuevo Focus hace un uso extensivo del acero al boro -el acero más fuerte utilizado en la industria de fabricación de automóviles- dentro de la célula de seguridad del automóvil. Esto ayuda a crear un espacio de supervivencia en caso de accidente. Además, el uso de boro, que también se emplea en la construcción de rascacielos, ayuda al nuevo modelo a lograr una mejora de hasta el 40 por ciento en la capacidad del coche para soportar choques frontales.

Las piezas de acero conformadas en caliente se someten a temperaturas de hasta 930° C, se descargan mediante robots en una prensa hidráulica que tiene una fuerza de cierre de hasta 1.150 toneladas y se conforman y enfrían en tan sólo tres segundos. El acero al boro es tan fuerte que se utiliza un rayo láser más caliente que la lava para cortar con precisión cada pieza en su forma final.