Hace unos días en nuestra web hermana PacoCostas.com hablamos brevemente sobre la saga de coches Need for Speed. Una saga que prácticamente dentro del mundo del motor ha tocado todos los palos.
Pues bien, que de realidad tienen los juegos de coches, en que basan su jugabilidad. Si bien es cierto que, la mayoría se inspiran en la conducción real de un vehículo, lo más cercano posible a la realidad.
Todos o casi todos los juegos de carreras se han inspirado en vehículos reales y situaciones reales. Y llevan detrás un duro trabajo para que los movimientos y sensaciones del coches sean lo más fieles posibles. Naturalmente dentro de las limitaciones de jugar a través de un ordenador que, con ciertos artilugios como volantes u asientos específicos aumenta considerablemente las sensaciones percibidas por el jugador.
No olvidar el sonido del juego, ya sea el sonido ambiente o el de los propios coches. Es parte fundamental poder oír cómo suena un motor y compararlo con el de verdad y si su sonido es semejante mejor que mejor.
También hay que prestar atención a los movimientos del vehículo, bien trabajados y que se ajustan con lo que pasaría con un vehículo real si hacemos una conducción deportiva. Subvirajes o sobrevirajes son perceptibles e incluso en juegos muy reales desgaste de las piezas del vehículo.
Estos simuladores requieren mucho tiempo para su puesta en escena, es decir, antes de que un juego de estas características vea la luz, previamente se ha hecho una labor de documentación de todos los vehículos que aparecen en el mismo, desde su imagen externa e interna a multitud de detalles que lo hacen más real.
Dependiendo del juego y su presupuesto, se utilizan vehículos reales para el sonido del motor, imágenes estáticas, interiores, y movimientos del vehículo. Y así con todos los coches que aparecen en los juegos. Pero ojo, en pocos juegos sucede esto. Y se nota la diferencia.
Habiendo jugado a infinidad de simuladores de este tipo se sabe desde primer momento cual es fiel a la realidad o es simplemente una ficción de principio a fin.
Ahora con el avance de la tecnología en los ordenadores, más potentes, rápidos y asequibles, los juegos de este tipo están al alcance de todo el mundo y con unos efectos 3D que hace tan sólo 10 años eran impensables.
Es fácil confundir hoy día la imagen de un juego con la de la vida real. Y eso hace que dentro de unos límites nos sintamos casi dentro del vehículo seleccionado en el juego.